Pablo Esc. – JoséJosé

Pablo Esc.

Conocí el amor con la voz de José José. En el enamoramiento, cuando todo era ilusión, sus canciones eran la banda sonora de los suspiros y los nervios del primer “te quiero”. Cada nota parecía escrita para describir esa magia de sentirse visto por primera vez.

En la pasión del romance, sus baladas se volvían un espejo de la entrega absoluta, de la fe ciega en que aquello sería eterno. Cada letra me hacía creer que amar era vivir y que en esa intensidad estaba la plenitud.

Luego llegó la desgarradora realidad de la distancia y el desencuentro. Fue su voz la que me sostuvo en las noches de dudas, cuando entendí que no todo lo que empieza con fuego termina en luz. Él ponía palabras al silencio y al vacío que deja un amor que se apaga.

Y en la ruptura, cuando el corazón se rompe en pedazos, fue también José José quien me enseñó que en el dolor hay belleza, que cada lágrima es un eco de lo que alguna vez fue inmenso.

Así entendí que él no solo fue la melodía de cada etapa, sino el testigo de todo mi viaje: el principio y el fin del amor.